Hay toda una serie de mitos sobre la ingeniería acústica interesantes de analizar. Entre todos ellos, el rey:
Las hueveras como elemento de insonorización
Es típica la colocación de ellas en locales de ensayo, en bajeras y en home studios. Todo el mundo habla de ellas, y al poderse conseguir de un modo relativamente fácil aún está en el orden del día.
Pues bien, vamos a hablar nosotros también de ellas! Volvemos a añadir nuestro granito de arena en el mundo del ruido y las vibraciones.
Pues bien, vamos a hablar nosotros también de ellas! Volvemos a añadir nuestro granito de arena en el mundo de la ingeniería acústica.
Para empezar a analizarlo mas en profundidad, no estaría de más de conocer algún indicio físico sobre la absorción de los materiales. Os recomiendo que le echéis un vistazo a la publicación sobre absorbentes acústicos donde se explica con más detalle las características de los materiales absorbentes porosos.
Empezaremos haciéndonos a la idea con una sencilla gráfica, que habla por si sola. Compararemos la energía acústica absorbida por un panel de 3×4 metros de hueveras pegado directamente a la pared (en azul) y la absorbida por la lana de roca (en rojo), típico material usado para acondicionamiento acústico en construcción:
Las hueveras están hechas con una lámina de cartón prensado, tienen unos milímetros de espesor y su densidad ronda los 0,2 g/cm2. Por consiguiente, estamos hablando de una masa insuficiente para ofrecer una absorción mayor a la otras soluciones llamémoslas “profesionales”. Como vimos en el post sobre absorbentes acústicos, hay una relación directamente proporcional con la densidad del material y su absorción acústica, por lo que ya nos podemos ir haciendo la idea por donde irán los tiros.
La forma ondulada tan atractiva de la huevera apenas nos será útil una vez instalada, así que la absorción acústica obtenida será parecida a la de una caja de cartón lisa. Si bien es cierto que las diferentes distancias a la pared que quedan entre las ondulaciones del cartón tendrán una pequeña influencia sobre la absorción final, no será apreciable por la baja densidad superficial del material.
Una posible mejora que se suele emplear sería la de conseguir una cámara de aire entre las hueveras y la pared a fin de conseguir una absorción adicional debido al efecto landa cuartos, pero al seguir teniendo una masa ínfima, seguirá influyendo poco. Observemos el estudio realizado por el Departamento de Ingeniería Acústica del LABEIN. Prodemos extraer las conclusiones:
Conseguimos un aumento en las frecuencias graves pero aún así, la clasificación que la solución presenta según la norma UNE-EN ISO 11654 sigue siendo “D”, que corresponde a una baja absorción ponderada (αw.).
Cabe destacar la diferencia que existe en insonorización y sonorización, términos que a menudo se confunden: El primero hace referencia a aislar un local o recinto del exterior, para evitar que el sonido entre al recinto o evitar de que el sonido salga al exterior; el segundo término es usado en acústica arquitectónica para referenciar al tratamiento del interior de un recinto para la mejora de los parámetros acústicos, y conseguir el carácter necesario para el fin del recinto (música rock, música clásica, teatro, cine, conferencias,…).
Debe quedar claro que las hueveras o cualquier material poroso y absorbente acústico NO se puede utilizar por si solo como solución para Aislamiento Acústico. Imaginar que la separación con la casa del vecino de al lado es a través de una pared de hueveras…. Debemos tener clara la diferencia entre aislamiento acústico y acondicionamiento acústico.
Dicho esto diremos que la principal utilidad de las hueveras será la de acondicionar acústicamente un espacio contribuyendo a una mejora del confort acústico y a la absorción sonora de la sala.
Así, las hueveras nos podrán aportar más beneficios en el campo de la sonorización, contribuyendo a una mejora del confort acústico y a la absorción sonora de la sala. Pero las posibles mejoras se corresponderán a frecuencias media-altas, que no suelen ser las problemáticas en locales de ensayo. La forma ondulada e irregular del cartón sugiere que puedan actuar como difusores del sonido, pero a efectos prácticos la propia simetría que presenta la huevera crea patrones de focalización, y las frecuencias susceptibles a esta difusión no suelen dar problemas de estacionamiento. Si que es cierto que debida a su presente absorción a frecuencias altas consigue quitarle brillo a la sala, pudiendo suavizar el sonido en recintos muy estridentes. Eso podrá conseguir una disminución de la reverberación en locales pequeños, pero ni mucho menos quitará las molestas “pelotas” de graves o rebotes, pues seguirá siendo un material invisible para las frecuencias bajas.
Como resumen, podemos decir que las hueveras como aislante son insuficientes y casi transparentes; y como acondicionamiento, dependiendo de su colocación y las características del recinto nos pueden aportar algún beneficio a frecuencias altas, pero de un modo incierto.
Siempre podemos decir que mejor menos que nada! Aunque deberías sopesar la relación entre lo conseguido con el esfuerzo de pegar más de las 120 láminas de hueveras que se necesitan para una pared de 4 metros y una estética que deja mucho que desear. Desde luego, nosotros no te las recomendamos :·)
Visita la siguiente entrada de los mitos de la acústica: La acústica de las iglesias.
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